1º de Mayo: Lucha, justicia social y apoyo mutuo en nuestro camino

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Se acerca el 1 de mayo, y como cada año, miles de trabajadores y trabajadoras nos echaremos a las calles en todas las partes del mundo, en un día de lucha y reivindicación que debe a un pasado histórico de infatigable esfuerzo por otras generaciones. En el Estado español, siguiendo la estela marcada por la impresionante Huelga de Mujeres del pasado 8 de marzo, este Primero de Mayo debería continuar construyéndose como una fecha donde practicar el apoyo mutuo solidario, la lucha por la justicia social y la ruptura con el capitalismo y el patriarcado, uniendo verdaderamente los conflictos interseccionales que afectan a todos los colectivos explotados en nuestra sociedad.

De esta manera queremos compartiros tres textos en del anarcosindicalismo español, los comunicados de CGT, CNT y Solidaridad Obrera ante esta histórica fecha obrera, que nos animan a continuar en la estrategia que apuntamos nuestro equipo de Regeneración, desde donde también animamos a tomar las calles este próximo Primero de Mayo.

1º de Mayo: Uniendo luchas. Caminando hacia la Huelga General

Este 1 de Mayo, la clase trabajadora, la que representa a la mayoría de la población, las personas que estamos sufriendo la violencia de esta estafa social de gigantes proporciones, volvemos a salir a la calle para manifestar nuestra indignación, nuestra protesta colectiva y, también, nuestra determinación y voluntad de dar un vuelco al modelo de sociedad en que los poderes financieros y los diversos gobiernos nos tienen atrapados y atrapadas

Han universalizado la miseria, la esclavitud, la falta de libertades, la falta de perspectivas para el futuro de varias generaciones de jóvenes, de migrantes, de mujeres, de ancianos, de personas sin empleo ni prestaciones, de personas trabajadoras semiesclavas… Nos lo han quitado todo: los empleos con derechos, los servicios públicos, la sanidad, la enseñanza, los transportes públicos, las comunicaciones, las energías (el agua y la electricidad), las viviendas, el acceso a la universidad, a la cultura, a la justicia burguesa, los cuidados a las personas dependientes (ancianas, enfermas y niños). Nos han quitado el derecho a decidir y a protestar, a manifestarnos, a expresarnos individual y colectivamente. Nos han arrebatado el derecho a ser personas libres que puedan vivir con dignidad.

La corrupción más descarnada campa a sus anchas y se ha extendido a todas las instituciones, políticas, empresariales, judiciales, policiales y es muy penoso que alcance también a los sindicatos del régimen (ERE de Andalucía, tarjetas opacas de Bankia, sobresueldos a cargos sindicales, etc).

Por si esto fuera poco, intentan poner una mordaza a la sociedad para que no proteste, para que se conforme, imponiendo el terror y el miedo a base de represión policial, de represión económica, de encarcelar a personas inocentes simplemente por participar en las protestas pacíficas. Están atándonos de pies y manos como en los tiempos más duros del franquismo, sin escrúpulos y sin planteamiento moral alguno.

No lo podemos consentir. Debemos seguir manteniendo la movilización en la calle, con procesos electorales y sin ellos, unificando luchas, practicando la solidaridad y el apoyo mutuo, demostrando que no tenemos miedo, que nos sobra dignidad para luchar como clase, que no vamos a dejar que nos roben el futuro, tampoco el de nuestros hijos e hijas.

Tenemos que obligarles a derogar todas las leyes liberticidas que nos han impuesto, las Reformas Laborales, las leyes Mordaza, acabar con la negociación del TTIP, negarnos a que se pague la DEUDA con el dinero público porque es ilegítima e injusta, recuperar los servicios públicos robados, terminar con la crueldad de los desahucios, conseguir la RENTA BÁSICA para todas y todos, repartir la riqueza y el trabajo en definitiva. Es la obligación que nos toca a nuestra generación, por nosotros y nosotras y porque lo contrario sería un DESASTRE para las generaciones venideras.

LA LUCHA ES EL ÚNICO CAMINO

1º DE MAYO. ¡VIVA LA CLASE OBRERA!

 

Primero de Mayo. Avanzamos por la Justicia Social y Laboral

Vivimos en una democracia cada vez menos democrática. El poder ejecutivo legisla a razón de decretazos, el poder judicial impone más pena al cantante que se expresa que al político que roba, las fuerzas represoras golpean con fuerza ante cualquier intento de rebatir su concepto de nación, la corrupción está ya implantada y los brazos de la censura cada vez tienen las garras más largas. A la vez, los grandes medios de comunicación aprovechan el desarrollo tecnológico para pintarnos un mundo en ebullición, en continuo y rápido cambio, nos recuerdan que debemos tener el último modelo de teléfono móvil para no quedarnos aislados en esta sociedad.

Pero la realidad de la calle es bien distinta. Cada día es más palpable la paradoja de “todo debe cambiar para que nada cambie”. Porque los ricos cada vez son más ricos y los pobres cada vez más pobres. Los poderosos cada vez tienen más aferrado su poder y, como se demuestra en cada una de sus crisis, no están dispuestos a ceder un ápice de sus privilegios. Esa es su intención y eso nunca cambiará. La Historia nos enseña que los avances en la calidad de vida de la ciudadanía se han conseguido reivindicando, exigiendo los derechos que nos corresponden. Eso es lo que CNT lleva haciendo más de cien años y continuará haciéndolo, avanzando por la Justicia Social.

Por otro lado, en el sindicato sabemos que también existe otra realidad de la que se habla menos de lo que se debería: la del mundo laboral. La de las personas en paro –tres millones setecientos mil–, las contratadas temporalmente –una de cada cuatro–, las cedidas por ETTs –medio millón–, las deslocalizadas, las que trabajan en precario, las –cada vez más– víctimas de accidentes laborales,… Y, para acabar, el futuro de las pensiones cada vez menos seguro.

Y lo sabemos porque CNT está en los tajos, en la calle, en las casas de las personas que tenemos que agudizar el ingenio para llegar a fin de mes. Esa es la razón por la que seguimos y seguiremos siempre fieles a nuestras ideas. Seguimos haciendo anarcosindicalismo y seguimos demostrando que es un medio real y eficaz para conseguir la dignidad que merecemos en nuestro trabajo. Seguimos avanzando por la Justicia Laboral.

Especialmente sangrante es la situación en la que nos encontramos las mujeres en este mundo autoritario, tanto en lo social como en lo laboral. Crecemos soportando unas enseñanzas estereotipadas en las que debemos asumir unos roles establecidos según nuestro género, suponiendo que somos el sexo débil. Muchas mujeres debemos renunciar al mundo laboral para encargarnos del hogar y los cuidados, simplemente porque la tradición lo ha establecido así, existiendo todavía un gran desequilibrio a la hora de asumir esas tareas. Pero hoy día la gran mayoría estamos además obligadas a trabajar para poder sostener a la familia, en un mundo laboral que continúa siendo machista, en el que nuestro sueldo es menor, sufrimos acoso, mayor temporalidad y más paro. Ante todos estos atropellos a la igualdad, desde CNT queremos ser nosotras, las obreras, las que alcemos la voz; todas y todos juntos ejerciendo la solidaridad entre las personas.

Por todo eso, CNT mantiene y mantendrá su lucha para la consecución de un mundo más justo, con nuestras ideas cada día más vigentes y cada día con más fuerza. Por eso, os invitamos a salir a la calle este Primero de Mayo a reivindicar que otro mundo es necesario y es posible. Y no sólo este día, sino los 365 días del año, demostrando que las personas, unidas, avanzamos por la Justicia Social y Laboral.

 

El 1º de Mayo recordamos por qué luchamos.

Los trabajadores hemos sido los grandes perdedores de la crisis. Junto a la rebaja de los salarios de los que mantenían el empleo, hemos visto la pérdida de condiciones laborales básicas. La jornada laboral, para muchos trabajadores, es hoy interminable, y además absolutamente flexible, impidiendo toda posibilidad de una vida racional. La seguridad e higiene en los centros de trabajo no se respeta, colocando a los trabajadores en situaciones de peligro y ante la feroz amenaza de la enfermedad y el sufrimiento físico y psíquico. Los contratos laborales han sido dinamitados y nos enfrentamos al chantaje continuo favorecido por el despido, cada vez más fácil para el empresario, la no renovación de los contratos temporales, o la imposición de formas de trabajar ajenas al Derecho del Trabajo con las que se pretende rebajar los derechos de los empleados diciendo que en realidad no lo son (como los falsos autónomos, el trabajo-formación de los estudiantes o el trabajo sumergido de migrantes y cada vez más, también jóvenes autóctonos) También hemos visto la expansión de las subcontratas, empresas de servicios, plataformas colaborativas, ETTs, agencias privadas de colocación… La extorsión más brutal sobre los trabajadores para hacerles trabajar cada vez en peores condiciones.

Además, los servicios públicos municipales y los servicios sociales, así como la educación o la sanidad, están en proceso de privatización. El Estado controlado por los capitalistas deja que se degraden para poder venderlos en condiciones ventajosas a los fondos internacionales y a los amigos de los políticos de turno. La clase trabajadora se ve desposeída, así, de todo lo que se construye con sus impuestos, de las formas de salario indirecto que le permitían vivir una vida con un mínimo de dignidad.

El escenario es brutal y cada vez más caótico. ¿Quiere eso decir que debemos resignarnos y buscar salvadores entre los políticos que nos han llevado a este desastre o entre los que quieren sucederles con sus mismas ideas y financiados por los mismos grandes oligarcas?

En Solidaridad Obrera pensamos que hay otra salida, más allá del enfrentamiento entre pobres o del deseo de una fuerte autoridad que nos entregue atados de pies y manos a las grandes empresas. Más allá de la tristeza de un mundo que se hunde en la devastación capitalista.

Es la alternativa de la lucha, de la solidaridad, de la autoorganización obrera, de la construcción de fuertes organizaciones que sean capaces de imponer las necesidades obreras a quienes usan el poder contra la mayoría social. Es la alternativa de quienes se organizan para defenderse de todos esos ladrones que nos roban la vida, el producto de nuestro trabajo y nuestras más altas esperanzas.

En Solidaridad Obrera no recibimos financiación del Estado ni de ningún partido o empresa capitalista, no somos un espacio para vividores vendidos ni para burócratas. Estamos aquí para luchar. Para levantar la gran alternativa que, hoy mejor que mañana, alumbre un nuevo horizonte para nuestra clase.

Juntos. Desde la solidaridad mutua, desde el antidogmatismo y la pluralidad, desde la independencia y la autonomía, desde nuestras propias fuerzas.

JUNTOS NOS CUIDAMOS

ÚNETE A LA RESISTENCIA OBRERA.
ÚNETE A SOLIDARIDAD OBRERA.

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