Las seis sindicalistas de Xixón, conocidas como Las 6 de La Suiza, fueron condenadas a tres años y medio de prisión por «coacciones» al propietario de una pastelería que había vulnerado los derechos laborales y extorsionaba a una compañera afiliada al sindicato.
Desde la defensa jurídica y desde la CNT se pidió la suspensión de la condena, por el evidente pisoteo de derechos en la sentencia dictada. Esta suspensión ha sido denegada por el juzgado número 1 de Xixón, de donde es titular el juez Lino Rubio, ultraconservador que ya condenó a prisión en 2007 a históricos sindicalistas vinculados a las protestas de Naval Xixón.
El caso de Las 6 de La Suiza es una vulneración flagrante de la protesta y de la acción sindical como derecho fundamental de organización de la clase trabajadora. Sienta a su vez un precedente penal gravísimo para cualquier medida de las acciones sindicales colectivas.
Vivimos en una época de avance de las posturas reaccionarias. El ataque continuado a las ideas transformadoras y superadoras del capitalismo es palpable en todos los ámbitos. En estos momentos se está produciendo un nuevo ataque contra la protesta social y contra el sindicalismo ejemplificado en esta sentencia.
La condena a Las 6 de La Suiza por practicar un sindicalismo activo no es solo un ataque a las compañeras, es un intento de destruir la autoorganización de la clase trabajadora. No se trata de un golpe contra unas pocas personas: es un mensaje para toda la clase obrera que nos organizamos para luchar por nuestros derechos.
Por ello, nos debemos significar ante esta situación injusta. No podemos caer ni en el desánimo ni en la parálisis. Frente a la represión del Estado y el capital organicemos la solidaridad. Si se produce este ataque contra una forma de lucha tradicional del movimiento obrero es precisamente porque el Estado y el capital han visto su oportunidad. No podemos permitir que se salgan con la suya. Los piquetes o los escraches son una herramienta fundamental de la acción directa y la lucha que no nos han de arrebatar de ninguna manera.
¡A extenderlos y generalizarlos!
Compañeras, no estáis solas, caminamos junto a vosotras y queremos que sepáis que os vamos a apoyar y nunca dejaremos de daros aliento. Os reprimen por ser combativas, valientes y solidarias. Deseamos salgáis victoriosas de esta grave situación, porque será el triunfo de todas.
Una mano con el puño cerrado para combatir, la otra abierta para sembrar apoyo mutuo.
Regeneración.
