
No son los rebeldes los que crean problemas del mundo, son los problemas del mundo los que crean a los rebeldes
Ricardo Flores Magón
En la gira que hice por México este pasado mes de julio de 2025, nuestra intención era confraternizar y conocer directamente las situaciones políticas, luchas sociales y estrategias que están desarrollando compañeres de distintas corrientes por aquel territorio, y especialmente, acercarnos a proyectos anarquistas y revolucionarios. En mi paso por Ciudad de México y, posteriormente, Guadalajara (Jalisco), realizamos un acto político de presentación de Liza, plataforma anarquista de Madrid, con el apoyo y organización de la base política del colectivo RASH Guadalajara, y la participación del profesor universitario Marcelo Sandoval.
Primeramente quiero expresar que, sin los cuidados, la amistad y los lazos que me unían a las personas que allá me recibieron en México, esa estancia no podría haber sido posible, ni muchos de los tan diversos objetivos políticos que cumplí, profundizando en el enriquecimiento que pude traer de vuelta a Madrid y que son expresados en esta crónica. Solo el apoyo mutuo y los afectos construidos han hecho posible este viaje tal y como se ha desarrollado, el internacionalismo en gran medida, también se sustenta de ello.
En Ciudad de México, paseando por sus calles une puede sentir la presencia de las luchas feministas y LGTBIQ+, la expresión a través de pintadas, pancartas, altares de homenaje, placas autogestivas, muralismo… todo ello está presente en el día tras día. Recuerdan al gobierno progresista de la 4T (denominación del proyecto político de Morena, partido parlamentario del ex presidente López Obrador, y la actual presidenta Claudia Sheinbaum) que faltan las desaparecidas y asesinadas de todos estos años. Que la lucha feminista de clase, transinclusiva y antipunitivista es el único camino, y no crear una policía violeta como han fundado en estos años en la Ciudad de México.
El muralismo mexicano presente en espacios oficiales como Palacio Nacional o el Palacio de Bellas Artes, sin embargo, permite contemplar en lugares destacados obras de Diego Rivera, José Clemente Orozco, o David Alfaro Siqueiros. Obras del muralismo que representan en gran medida la lucha de clases contra la burguesía, el socialismo de masas, o una revisión del colonialismo; murales que han pasado a formar parte del patrimonio mexicano y que dan las claves sobre el pensamiento político de los años veinte y treinta en ese país. Muralismo que sigue presente en la actualidad de la realidad política en México a través de múltiples reivindicaciones contra el genocidio en Palestina o la lucha de los neozapatistas, el EZLN, desde hace varias décadas en Chiapas.
Fui a apoyar y participar una marcha en la Ciudad de México contra la gentrificación y la turistificación. Esta tuvo lugar el 4 de julio en la tarde, por lo que tenía un cariz igualmente muy anti-gringo, no solamente por las políticas racistas del imperialismo estadounidense, más acuciantes con el gobierno de Donald Trump; sino por la vinculación política que tienen en México la presencia gringa con la gentrificación de las ciudades. Allá no se pueden entender estos fenómenos de manera separada, aunque no siendo determinante una cuestión de origen del gentrificador sino su razón de clase como trasfondo estructural. Durante mi estancia allá, hubo otra marcha más en la CDMX contra la gentrificación, también en la ciudad de Oaxaca, más al sur del altiplano. En Guadalajara participé de una charla, donde también estaban tratando de organizar una respuesta a la gentrificación, sentando las bases de una organización sindical de inquilinas y por la despenalización de la okupación de viviendas.

La Ciudad de México, además, una urbe que alcanza contando su zona metropolitana los 21 millones de habitantes, es ya solo la mitad de la población del estado español. Una urbe tan inmensa con la historia de siglos desde su mitológica fundación sobre el lugar que se posó el águila sobre un nopal devorando una serpiente. Ese lugar que eligieron los mexicas para construirla sobre el lago Texcoco y, que cada poco, mueve la tierra bajo los pies de sus habitantes; contiene decenas de espacios políticos enriquecedores de su historia más lejana y presente. En esta ciudad se encuentra la Casa Museo de León Trotski, lugar donde fue asesinado en 1940, en el barrio de Coyoacán, de un golpe de piolet por el agente estalinista y contrarrevolucionario Ramón Mercader. En la Rotonda de Personas Ilustres del Panteón Civil de Dolores fui a visitar la tumba de Ricardo Flores Magón, figura más importante del anarquismo mexicano a principios del siglo XX, fundador del periódico «Regeneración», donde expresaban sus ideas para crear una unidad estratégica entre obreros y población rural campesina bajo el lema «Tierra y Libertad», y que tuvo una gran impronta en la Revolución Mexicana de 1910 aliado con el Ejército libertador del Sur de Emiliano Zapata.
Para conocer más detalles de este proceso fundamental y precursor de otras revoluciones sociales como la ucraniana, la coreana o la española, se puede visitar el Museo a la Revolución. Sin embargo, la historia oficial debe ser leída entre líneas, ya que del resultado de ese proceso que tuvo componentes populares significativos y sujetos revolucionarios de calado, fue aniquilado toda su obra social por la contrarrevolución que cristalizó en lo que posteriormente daría lugar al PRI (Partido Revolucionario Institucional), partido del régimen mexicano con tintes nacionalistas en el poder durante más de siete décadas. Analizar ese proceso revolucionario, y sus elementos más interesantes reseñados en el magonismo y el zapatismo, son líneas interesantes para trazar un camino estratégico actual en una perspectiva de transformación radical, de clase, e internacionalista.

Estuve invitado en la Biblioteca Social Reconstruir, fundada en la Ciudad de México en 1978, especializada en obras de historia anarquista, teoría y filosofía política; allá no solamente pude descubrir de la mano de quienes la autogestionan algunos ejemplares antiguos y originales del anarquismo mexicano, del bakuninismo o de la revolución social española; sino también compartir impresiones sobre La Idea en nuestros tiempos a un lado y el otro del océano, y hacer intercambio de material conjuntamente. La situación del anarquismo en México está en fase de standby, ahogado en los últimos años por el tirón del proyecto gubernamental de la 4T. La situación de miseria provocada por el capitalismo es tal, que cualquier promesa de simple reforma o mejora, implica materialmente para sectores amplios de la población un pequeño paso adelante en la situación de supervivencia perpetua en los márgenes del neoliberalismo. Pero está envenenada por la aceptación del marco del reformismo dentro del sistema, y las propuestas revolucionarias quedaron en el campo de la derrota y el inmovilismo.
La propuesta del EZLN desde los años noventa, es la que más mantiene viva esa llama de la transformación desde abajo a la izquierda, pero tras décadas de no romper el cerco de la selva Lacandona, su propuesta de autonomía política está asediada por el narcoestado. Retumban también tambores de guerra siempre en México, donde se necesita igualmente de un camino y un programa revolucionario propio de un anarquismo que siembre la lucha social abandonando el aislacionismo. También visité el Rincón Zapatista de la CDMX, lamentablemente cerrado de manera temporal, igual que el mismo espacio en Guadalajara, Jalisco, que cerró hace ya algunos años. Nos hubiera gustado haber entrado en contacto más directo con territorios zapatistas, pero la realidad geográfica mexicana lo hacía imposible.

Tanto en Ciudad de México como en Guadalajara, el anarquismo cultural sigue muy presente en los mercadillos, llamados allá comúnmente «tianguis». El tianguis del Chopo en la CDMX cada sábado en la mañana cuenta con un espacio propio del anarquismo, donde pude adquirir interesantes obras del magonismo para estudiarlo mejor posteriormente como antecedente histórico relevante de nuestra corriente plataformista. También en el tianguis cultural de Guadalajara, en el Parque de Agua Azul, hay muchas expresiones del anarquismo, incluyendo un espacio propio de comida vegana, un puesto con fanzines, libros y periódicos, incluso el reparto mensual de la publicación madrileña Todo Por Hacer. En ese mismo parque los miércoles en las tardes se reúnen un grupo de artistas, educadores sociales, y activistas en general, junto con personas que habitan en la calle. Así lo hacen desde hace años como espacio de visibilización del habitar en la ínfima supervivencia, colectivo político denominado «La otra calle», independiente del gobierno y de iniciativas vinculadas a la iglesia, instituciones de las que sufren represión y estigmatización.
En el norte de Guadalajara, en el municipio de Zapopan, parte de su área metropolitana, existe una zona natural conocida como Bosque de Nixticuil. Actualmente asediada por más de cuarenta inmobiliarias que están troceando ese área natural protegida con la connivencia de las autoridades gubernamentales de Jalisco. El Comité de Defensa del Bosque de Nixticuil lleva años denunciando este avance de las urbanizaciones sobre este área, y promoviendo una conciencia sobre la militancia de clase y ecologista vinculadas íntimamente. Organizan repoblaciones de árboles autóctonos entre otras actividades para luchar contra el avance de la especulación que, no solamente se reduce a este bosque, también en el Bosque de la Primavera, inmenso pulmón verde de la ciudad de Guadalajara, asediado cada año por múltiples incendios intencionados.
La redenominada Rotonda de los y las Desaparecidas, conocida anteriormente (y todavía oficialmente) como Rotonda de los Niños Héroes está siempre con decenas de pancartas y pintadas desde la década pasada, y es un punto político de encuentro de las familias que reclaman sus desaparecidos por las autoridades del gobierno o el narco. Más de catorce mil desaparecidos en este siglo solo en Jalisco, y el reciente descubrimiento este año de un crematorio ilegal en Teuchitlán, a menos de una hora de Guadalajara con restos humanos de más de cuatrocientas personas. En el centro histórico de Guadalajara, en la plaza delante de la Gobernación de Jalisco, todos los bolardos de la calle están empelados con decenas de carteles de desaparecidos jaliscienses. Hace años la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en el estado de Guerrero, internacionalizó esta violencia política contra las clases populares. Una realidad traumática del pasado y presente del país mexicano que es determinante en su manera de abordar la política contra la represión y la impunidad.

Pero México tiene sembrada la semilla internacionalista, la empatía de su propio sufrimiento hace que estén actualmente volcados solidariamente en la lucha por la libertad de Palestina y el fin del genocidio. El andador Palestina Libre también renombrado así, antes conocida en el callejero de Guadalajara como Rambla de Catalunya oficialmente (donde de hecho organizamos un encuentro contra la represión una compañera y yo mismo, el 1 de octubre de 2017); y ahora en 2025 es punto de encuentro de las luchas palestinas en Guadalajara. Este año algunos compañeros mexicanos fueron allá detenidos por la policía tras pintar un mural pro-palestino y el juez les absolvió de todo cargo al no haber causa incriminatoria.
En Guadalajara participé de dos eventos políticos organizados previamente, el primero fue el 13 de julio en la tumba de Juan García Oliver, muerto en esa ciudad hace 45 años. Estuve presente como militante de Liza y, lejos de querer ser un simple homenaje, se habló de la condición altamente contradictoria de la figura de Oliver, recordado por formar parte como Ministro de Justicia del gobierno de la República, y, en palabras del historiador Chris Ealham:
Cuando la revolución quedaba más lejos, destacó por su postura radical e insurreccional; y cuando la revolución brevemente se convirtió en una realidad en el verano del 36, optó por el frentepopulismo y la colaboración con el estado republicano.

La memoria de nuestra tradición anarquista debe mantenerse viva y ser puesta ante la perspectiva del balance que nos atañe abordar para hacer realidad el potencial revolucionario del comunismo libertario. También se aprovechó el acto político para intercambiar con los compañeros mexicanos la situación del anarcosindicalismo español en la actualidad, sus derrotas, pasos atrás, pero también su avance en acción social en la última década y su potencial sindical en las luchas laborales y precariedad a la que nos enfrenta el capitalismo en el estado español.
Y finalmente llegó la fecha del 18 de julio, donde fuimos invitados a un evento central en esta gira mexicana, la presentación que se hizo del plataformismo europeo, en la chocolatería Pochtecas. Un evento al que acudieron unas treinta compañeras y compañeros interesades en conocer nuestra organización política anarquista. Se narraron las críticas radicales y estratégicas de las que partimos, el avance en nuestra formación política y la inserción en movimientos de masas mediante la estrategia del dualismo militante y la construcción de una fuerza social revolucionaria. Los espacios comunes que estamos creando junto a otras organizaciones de nuestra corriente y expresadas en este medio de comunicación que compartimos, así como la mención a Teima, la editorial que hemos sacado recientemente con la obra Bandera Negra. Rediscutiendo el anarquismo, de Felipe Corrêa, y traducida por primera vez desde el portugués en el estado español.

Las herramientas que planteamos fueron puestas a debate, y mantuve conversaciones fundamentales con compañeres de México. Además, no estuve solo sino que nos acompañó el profesor de la UdeG Marcelo Sandoval con una introducción sobre magonismo y la pervivencia del anarquismo en México. Un compañero e intelectual muy apreciado, que aporta apuntes de teoría política fundamentales en las estrategias militantes a construir desde México. Al cual debemos agradecer también el regalo de dos obras sobre las propuestas revolucionarias de Flores Magón, y repensar las miserias actuales desde la fuerza militante de clase. Además, intercambiamos banderas, obsequiándonos una bandera hecha a mano del FZLN (Frente Zapatista de Liberación Nacional) de 1996, el brazo político del reconocible EZLN.

Este intercambio de las estrategias anarquistas a ambos lados de nuestros mundos, pero con el objetivo claro de superar el sistema capitalista que nos oprime, quedó completado con infinidad de conversaciones y experiencias en el ámbito más personal que nos ayudan a tejer un panorama completo mucho más profundo. Solamente teniendo estas vivencias de escuela política directa en otras latitudes podemos avanzar todas juntas. El cariño mutuo se sustenta también sobre la determinación de construir un anarquismo organizado fuerte y revolucionario; para eso acudimos a México, para aprender, dialogar y seguir haciendo crecer esa semilla con un proyecto futuramente internacional de emancipación de nuestra clase.
El vendaval pasará ante nosotres, marcaremos la diferencia en cómo abordamos la ofensiva de esas negras tormentas. Navega la revolución con rumbo fijo, con nudos tejidos en la larga noche. La libertad no se mendiga, se conquista estrechando la mano a la tierra que es tuya y mía, que es de todos, o no será de nadie.
Ángel Malatesta, militante de Liza
