Feminismo islámico

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El feminismo islámico es un movimiento que reivindica el papel de la mujer en el Islam cuando éste fue deteriorado por el patriarcado. Se lleva a cabo a través de los versículos coránicos donde se le otorga a las mujeres sus derechos legitimos.

También se usan algunos «hadith» del Profeta Muhammad (sws). Los «hadith» son discursos religiosos.

Hadith;
“El creyente que tiene la fe más completa es aquel que se comporta bien, y el mejor de entre vosotros es quien mejor trata a su esposa”

El feminismo islámico reclama los derechos que el Islam otorgó a las mujeres con la aparicion del mismo hace aproximadamente 1400 años, ya que estos se violan continuamente en la sociedad actual. Lo reivindican las feministas islámicas es luchar contra el machismo y la sociedad patriarcal sin renunciar a nuestras creencias, a nuestra identidad, a nuestra forma de vestir, etc., aceptando que el feminismo islámico es un movimiento que nace para cubrir esas necesidades como mujeres y musulmanas, es decir, que no es algo ajeno sino que nace con ellas.

El Burka o Hiyab suscitan controversia y polémica; una de las controversias sería el debate sobre si su uso es o no machista. El burka no es una prenda islámica, sino que es afgana y lo usan actualmente las mujeres en Afganistán. Allí es obligatorio llevarlo por el régimen Talibán, que es el que gobierna el país. Cabe aclarar que los talibanes, al igual que ISIS, no predican absolutamente nada de lo que transmite el Islam, todo lo contrario; son asesinos, violadores e islamófobos. Si una mujer por su propia cuenta decide ponérselo, se respeta totalmente su decisión aunque no se suelen ver a mujeres llevar el burka debido a su gran peso.

Hemos de señalar que hablar del burka no es lo mismo que hablar de Hijab y Niqab. En este caso, su uso es más amplio. Éstas sí son prendas islámicas que surgieron junto al Islam. Antes de su llegada, las mujeres eran pertenencia de los hombres; las forzaban a prostituirse, eran esclavas, se les consideraban objetos, comercializaban con ellas, y hasta llegaban a enterrarlas vivas cuando una nacía. Con la llegada de la religión, esto se intentó erradicar dándole a la mujer los mismos derechos que los de un hombre elevando su estatus social al de «in san» (ser humano). Cuando las mujeres se rebelaron, decidieron ponerse el hijab como signo de distinción de que no pertenecían a los hombres, y quienes lo llevaban habían recuperado su total libertad, y gozaban de los derechos que les otorgó el Islam, lo cual, al contrario de las interpretaciones occidentales, es un signo de liberación y no de machismo. Por tanto, la visión de éste como un símbolo machista es discriminatorio en sí, ya que nos estaríamos dejando guiar por los prejuicios islamófobos. ¿Por qué a una joven musulmana que decide llevar el hijab hay que exigirle que justifique su decisión y a otra joven que decide usar otro tipo de vestimenta totalmente diferente no se le exige esto? No deberíamos cuestionar la forma de vestir de ninguna mujer. Llevar el hijab no es machista porque la principal razón que las lleva a hacerlo es el sometimiento a Dios. Es una decisión que tiene que nacer en cada mujer de forma individual, pues es una cuestión entre la creyente y Dios. Hemos de añadir también que bajo sus creencias no cabe coacción en los asuntos de la religión (“La ikraha fi din”), y suele ser su seña de identidad, además de representar el rechazo a la globalización de una vestimenta impuesta por el patriarcado.

El hijab es más conocido como “velo” o “pañuelo”, es una prenda que cubre la cabeza (pelo y orejas) y el cuello. El niqab es el velo integral, cubre la cabeza y la cara, dejando al descubierto únicamente los ojos. Los hombres no llevan hijab porque ellos fueron los opresores y privilegiados, no los oprimidos. No necesitan esa prenda como muestra de libertad. Además, el uso de la hijab es una cuestión opcional y su uso debe ser decisión de quien lo quiera llevar, sin ser impuesto a nadie por nadie.

El Corán, el libro sagrado del Islam, interpreta el papel más importante en el feminismo islámico, ya que contiene todos los versículos con los que se puede llevar a cabo este movimiento, y sin él, el feminismo islámico quedaría fuera de existencia. Al parecer, según las visiones del movimiento, el Corán es el único libro sagrado de las tres religiones monoteístas que habla de la igualdad entre el hombre y la mujer, pero los que se encuentran en el poder han ido desviando el verdadero mensaje del islam, dando como consecuencia que esta religión se haya interpretado de una manera machista, en donde la mujer salió desfavorecida y el islam termine inclinándose en favor del patriarcado.

Con respecto a la opinion que se tiene dentro del islam de las personas del colectivo LGTBQI, no está muy clara la total aprobación de la homosexualidad en el islam, ha habido varios estudios que han estado tanto a favor como en contra. Respecto a lo de ser, por ejemplo, gay y musulmán sí es posible, y no es ninguna contradicción. Una vez creas en las palabras del Profeta, en Allah, en lo que predica el Corán, y seas practicante ya eres consideradx musulmánx. Es cierto que actualmente en muchos países “islámicos” condenan la homosexualidad, eso no quiere decir que rigen adecuadamente las leyes islámicas. Todxs lxs seres, sin distinción tienen un lugar en el Islam al ser criaturas de Allah, ya que la Divinidad no tiene género. Por lo tanto, el género y la orientación sexual de las personas no debe ser motivo de discusión entre lxs musulmanxs, para decidir el derecho de tales personas a comunicarse y establecer una relación con Dios. Si nos vamos a las creencias básicas del Islam, y aceptamos que Allah es justo y todo lo creado es obra suya, pues no hay razón para condenar aquello que Allah ha permitido en su total sabiduría.

Los musulmanes homófobos que condenan la homosexualidad son los mismos que dejan llevar a cabo matrimonios forzosos, ablaciones de clítoris y la contracción de matrimonios de hombres con niñas. Ahí entran también en el campo de la pedofilia, y el islam no permite nada de lo citado aquí.

En el islam, la sodomía sí está prohibida tanto para mujeres como para hombres. Según las personas creyentes, el islam es una religión de paz y está en contra de toda discriminación, y es imposible creer que castigue la homosexualidad por ser algo distinto de lo que nos han inculcado desde pequeñxs, y no hace daño a nadie. De hecho, hace unos siglos, lxs homosexuales occidentales huyeron al mundo árabe porque en Occidente era castigada la homosexualidad. Como en aquella época en las tierras árabes gobernaban con leyes islámicas (tal cual, no como ahora), las personas homosexuales consideraban el mundo árabe como “el paraíso de los homosexuales” . Bajo sus creencias, la discriminación no es parte de su ética.

Antes de concluir, habría que tratar la cuestión de la apropiación cultural, que consiste en la adaptación de algunos elementos específicos de una cultura por un grupo cultural diferente. Esta apropiación cultural se manifiesta cuando unos individuos ajenos a esa cultura se apropian sin conocer el valor y significado de cierta vestimenta, música, arte, símbolos, bailes, rituales, amuletos propios de una cultura, etc, que forman parte de una determinada identidad cultural y religiosa que no les pertenecen, lo que resulta ser ofensivo.

Un ejemplo de apropiación cultural es la famosa mano de Fátima y las kufiyyas palestinas llevadas por Femen en sus manifestaciones y algunes antifascistas. Las kufiyyas pertenecen a lxs palestinxs, y las usan en su lucha, pero que día de hoy, Occidente se ha apropiado por completo de esta prenda y lo más aberrante es que la mayoría lo han hecho con su total ignorancia.

El deber -sí, deber. Recordemos que son las propias oprimidas quienes deciden cómo, cuándo y de qué manera llevar su lucha- de las feministas occidentales es apoyar las decisiones de las feministas islámicas, quienes consideran que debemos informar sobre Islam, sugieren qué mejor que leer el Corán y los hadithes. Que no sea desde una perspectiva Occidental prejuiciosa y cargada de odio hacia la religión. Las feministas occidentales tenemos privilegios sobre las feministas musulmanas y si alguna de las compañeras islámicas nos corrigen conductas sobre su lucha, debemos aceptarla de buena gana ya que, como musulmanas, conocen mejor su opresión y cómo les podrían afectar nuestros actos. No tomemos acciones del tipo Femen que más que un movimiento feminista, es un movimiento xenofobo, racista y nazi. Aún sorprende la idea de que haya gente que considere a Femen feministas. A modo de ejemplo, solo hay que fijarse en la falta de respeto hacia las compañeras y cómo se dirigen algunas personas hacia ellas: tachan a las feministas musulmanas de bobas y sumisas. Un grupo de personas que intentan decidir por ellas lo que deben llevar en la cabeza, o no, y cómo vestir haciendo caso omiso de sus propias decisiones, feministas desde luego que no son. Pero sí un grupo de mujeres cis racistas por excelencia y que recurren a la apropiacion de la cultura con el robo de las kufiyyas.

Al igual que toda mujer en este sistema patriarcal, las compañeras islamicas han sufrido el machismo y una gran mayoría han sido conscientes de ello mientras crecían y se hacían preguntas donde recibían respuestas poco, o nada, convincentes.

Hay algo importante que añadir: las compañeras islamicas ven un problema en las traducciones del Corán al castellano. Lo traducen del árabe al español de forma literal, eso crea bastantes confusiones y se llevan a cabo malinterpretaciones. Por eso dicen que se deben buscar interpretaciones de los versículos coránicos para los que no sepan interpretarlo. Esas interpretaciones solo pueden ser posibles por profesionales y por eso hay que tener cuidando de que las fuentes no sean engañosas. A modo de sugerencia, podéis echar un vistazo a esta página.

Nota personal: Quiero dejar muy claro que este articulo ha sido posible gracias a 4 compañeres, a quienes agradezco enormemente el gesto y oportunidad de entrevistarles para transmitir su voz como oprimides; @Fahima_93, @LallaSlum, @YsminBA, @versosdemuerte.

Como atea he procurado redactar el articulo desde el respeto que les proceso a ellas, dejando al margen mis opiniones personales respecto a la religión.

Pavlichenko

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