Silencio, se rueda cine libertario I

10 min. de lectura

 

Introducción. Cine y la construcción de ideología.

La premisa fundamental del cine es que las imágenes no son inocentes. Toda película influye en el modo que una persona tiene de percibir las cosas, influye en la concepción que tiene de sí misma y del mundo que le rodea. Genera hábitos, normas de comportamiento, mentalidades, formas de vida, mitos, en definitiva, imágenes que constituyen la ideología.

Según el ensayista francés Marcelin Pleynet, la aparente neutralidad de la cámara es continuadora de los códigos de representación creados por la clase social dominante que la elabora. Además, según el realizador francés Jean Paul Fargier, podemos encontrarnos muchas veces con películas que aunque resulten difíciles atribuirles intencionalidad política, perpetúan una ilusión y una representación de la realidad preexistente que se quiere difundir.

Por lo tanto, la acción política del cine se construye desenmascarando esta manera de hacer cine. Es necesaria la búsqueda de romper la forma tradicional de hacer cine e investigar en las formas del discurso, identificando el compromiso político con la investigación artística y tomar como ejemplos significativos los trabajos realizados por las vanguardias, debido su carácter de rechazo a los procedimientos visuales establecidos. El cine, por lo tanto, debe ser el reflejo del mismo proceso que lo hace posible, tratar de unirse a la lucha social a través de nuevos caminos, presentando el cine como lo que es, un conjunto de imágenes y sonidos.

cnt_fai_presenta

Biografía de Armand Guerra, director de cine anarquista 

Tras esta introducción ahora vamos a sumergirnos para conocer a un desconocido cineasta comprometido con los valores libertarios, un cineasta militante que buscó nuevos caminos para contar historias con una cámara cinematográfica.

José Estívalis Cabo nació en Valencia en 1886, su vida es difícil de rastrear debido a la falta de documentos. Nacido en el seno de una familia de campesinos, de joven abandonó un seminario donde había ingresado, debido a su creciente sentimiento anticlerical. Trabajó como tipógrafo en Valencia y participó en huelgas de la CNT. Tras ser encarcelado por su militancia, huyó a Francia y a Suiza y contactó con círculos anarquistas.

Viajó a través de numerosos países e incluso participaría en la Semana Trágica[i], escribe en francés e italiano en algunas publicaciones con el pseudónimo José Silavitse y traduce textos anarquistas del alemán y del francés. En París y en Berlín empieza a dirigir cine y a trabajar también como actor bajo el pseudónimo por el que será conocido en la historia del cine: Armand Guerra. Concretamente en París, rueda diferentes películas de cine mudo como Les miséres de l’aiguille, Un cri dans la jungle, Le vieux docker, La Commune I, todas ellas con fondos de la cooperativa Le Cinéma du People. En los años veinte trabaja para la UFA, estudio cinematográfico más importante de Berlín. Hace todos los oficios de cine, como rotulador, director de doblaje, productor, realizador, guionista y actor. En 1925 trabaja en los primeros ensayos de cine sonoro y presenta en varios viajes a Valencia algunos documentales sonoros en 1926. En 1932, los visos del auge del nazismo en Alemania le hacen regresar a Madrid.

El golpe franquista de julio de 1936, contrarrestado por la respuesta popular, le sorprende en mitad del rodaje de su película Carne de fieras. El equipo cinematográfico se encontraba en Madrid; Armand Guerra, quiso abandonarlo todo y alistarse a la milicia o donde más falta hiciera. Sin embargo, pasados los primeros días, decidió que lo mejor era proseguir con el rodaje bajo la intención de que los trabajadores implicados en su producción, y los futuros trabajadores de las salas de proyección, mantuvieran sus sueldos, ya que se avecinaban tiempos de carestía.

A finales de 1936, realizó una serie de documentales en el frente, bajo el título de Estampas guerreras, de los que se ha perdido gran parte del material. Tras acabar este trabajo y haber luchado en el frente de guerra en la región de La Mancha, la CNT necesitó de su talento de orador y Armand Guerra abandonó la filmación. Era un conferenciante muy notable, de esta manera, en los primeros meses de 1937 mientras sus reportajes Estampas guerreras se proyectaban en Madrid, participó sin descanso en una serie de conferencias en el sur de Francia hablando sobre la Revolución social española[ii]. Además, Armand Guerra escribe A través de la metralla. Escenas vividas en los frentes y en la retaguardia en 1937. Con una hija en París, se exilia al acabar la guerra y fallece en París a causa de un aneurisma en 1939.

En 1942, en Perpignan, cuando los nazis invadieron el sur de Francia, su compañera hizo desaparecer los últimos escritos que le quedaban, temiendo que el pasado de este anarquista, que había vivido durante más de diez años en Alemania, aflorase de nuevo y pudiera ser el pretexto de posteriores represalias. Durante más de cincuenta años Armand Guerra permaneció en el olvido, hasta que su más reconocida película, Carne de fieras, es descubierta en 1992 por la filmoteca de Zaragoza. Su vida se puede reconstruir, mejor o peor, a través de sus artículos en la prensa libertaria, en revistas de cine, a través de los archivos policiales y de las filmotecas.

armandguerra02

Industria cinematográfica de CNT

Entre julio de 1936 y mayo de 1937 gran parte de la industria cinematográfica española pasó a manos de los trabajadores debido a la labor revolucionaria de la CNT y de la FAI, que abolieron la propiedad privada de los medios de producción.

Durante este periodo, la producción se multiplicó llegando a realizarse cerca de un centenar de películas en menos de un año, la mayoría de carácter documental sobre diversos aspectos de la Revolución social.

El entusiasmo revolucionario desatado organizó y propulsó todas las actividades cinematográficas y teatrales de Barcelona desde agosto del 36 hasta mayo del 37. Se comenzó este proyecto uniformando los salarios para todas las características de trabajo de las distintas ramas de la industria del cine. Se establecieron algunas medidas laborales como el subsidio de enfermedad, invalidez, vejez y paro forzoso. Todo este sistema organizativo permitió dar trabajo a unas seis mil personas y mantuvo abiertas 114 salas de cine, 12 salas de teatro y 10 salas de música.

En el plano político, la colectivización del cine supuso una nueva manera de entender el arte cinematográfico radicalmente distinta al sistema burgués y capitalista. No hubo un criterio único en el proceso creativo, no se impuso el dogmatismo entre bastidores ni detrás de las cámaras, además la situación bélica propició una nueva forma de hacer reportajes documentales al sacar las cámaras directamente a las calles para rodar lo que ocurría a su alrededor. Se había puesto en marcha la movilización popular para contar lo que veía el pueblo directamente, generando la contrainformación que sustituía a la información del poder.

La producción cinematográfica anarquista fue una experiencia única y sin antecedentes. Sin embargo, a pesar de ser uno de los grandes acontecimientos de nuestra historia silenciados y olvidados desde el régimen franquista hasta nuestro tiempo más reciente, es una labor encomiable recuperar toda esta información del pasado y difundirla en nuestros días como ejemplo de creatividad artística y organización laboral.

[i] Acontecimientos insurreccionales acaecidos en Barcelona en el verano de 1909, siendo desencadenante el decreto del primer ministro Antonio Maura de enviar tropas de reserva a las posesiones españolas en Marruecos, en ese momento muy inestables, siendo la mayoría de estos reservistas padres de familia de las clases obreras.

[ii] Proceso revolucionario que se dio tras el intento de golpe de Estado del 18 de julio de 1936 que desembocó en la Guerra Civil Española. Su principal base ideológica fue el anarcosindicalismo y el comunismo libertario de la CNT-FAI.

Comparte este artículo