Sus guerras, nuestros muertos

Por VVAA
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No solo es un atentado.

A lo largo del mundo, semana tras semana, se producen actos de violencia masiva y masacres como la ocurrida el pasado 13 de noviembre en París. Sin ir más lejos, en el último tiempo, hemos presenciado atentados como el de Ankara (con 132 muertes) o el de Beirut (con 41 muertes). Pero parece que en Europa, solo nos preocupamos de los problemas internacionales cuando afectan directamente a nuestros territorios; como por ejemplo con el caso del Ébola o en lo que nos atañe la guerra de Siria. Esta actitud denota nuevamente el etnocentrismo europeo, nos acercamos con desprecio a otras culturas y magnificamos los hechos dolorosos en la nuestra, sin tener en cuenta los daños que provocamos en el resto del mundo. Es curioso el cinismo de bastante gente que nos rodea que al minuto de la tragedia de París ya tenía su foto de perfil con la bandera francesa, sin embargo cuando esto ocurre en otro lugar mundo la indiferencia sale a relucir.

No podemos sino condenar y repudiar un atentado como el ocurrido en París, en Beirut  o en Ankara, no tanto por una cuestión moralista sino porque son ataques a nuestra gente, a jóvenes parisinos que estaban en un concierto, a familias libanesas que acudían a realizar la compra semanal al mercado, o jóvenes revolucionarios en una manifestación en Ankara.

No se tratan de ataques aislados, sino de ataques a la clase trabajadora, ya sea mediante los bombardeos occidentales en Siria o los atentados en Paris. Frente a esto entendemos que no podemos quedarnos anclados en posiciones simplistas del tipo: “no a la guerra”; por supuesto que no queremos guerras y que las guerras tan solo traen desgracia a los pueblos que las sufren, pero de poco servirá para solucionar el conflicto que un grupo de progresistas europeos digan NO a la guerra, la guerra existe y no va a dejar de existir por este tipo de posiciones, hay que tomar partido y solidarizarnos con quien la aborda desde una perspectiva revolucionaria, desde nuestra manera de analizarlo, el pueblo kurdo. Debemos luchar tanto contra las mentiras mediáticas difundidas por los gobiernos occidentales, como por una lucha incondicional contra el Estado Islámico, procurando dirigirla hacia el ahogo financiero y militar.

Un atentado, varias consecuencias.

El atentado ocurrido en Paris el pasado mes también se traduce, evidentemente, en respuestas políticas y sociales. Vemos fundamental señalar estas cuestiones en cuatro puntos principales:

  1. Auge del racismo y la islamofobia tanto social como institucional. Presenciamos cómo en el resto de Europa los partidos racistas y de extrema-derecha están en un proceso de expansión y aumento de sus fuerzas, utilizando desgracias como la de París para justificar su intolerancia, al mismo tiempo los ataques violentos hacia personas refugiadas o migrantes se incrementan.
  1. Cierre de fronteras. Precisamente en esta línea de xenofobia inducida, y mediante la doctrina del shock utilizada contra la población, se ofrecen respuestas como el cierre de las fronteras para evitar la entrada de refugiadas y migrantes, poniendo como excusa los atentados y endureciendo las leyes de inmigración. Sin embargo, debemos tener claro que estas personas llegan jugándose la vida a través del mar, y no en primera clase en avión como quienes cometen estos atentados. Una vez más, las victimas de todo esto es nuestra gente, los que huyen de la barbarie de la guerra, para nosotras las fronteras sí que existen, para los que tienen los bolsillos llenos no.
  1. Intervención internacional. Ya hemos comentado que estos atentados, suponen la perfecta excusa y legitimidad de los gobiernos occidentales para bombardear sin escrúpulos regiones de Sira e Irak, donde mueren cientos de civiles que nada tienen que ver con el Estado Islámico. La lucha contra el Estado Islámico no comienza bombardeando ciudades indiscriminadamente sino cortando su financiación, no nos olvidemos que la mayor parte del petróleo que vende el ISIS, es a los mismos Estados con los que supuestamente está enfrentado.
  1. El afianzamiento del control social autoritario. Al calor de estos hechos, los gobiernos europeos, aprovechan estos sucesos para iniciar un profundo receso de las libertades colectivas. Se aumenta la presencia policial en las calles, la videovigilancia y el aumento del acoso legal a personas con rasgos árabes. Estamos viendo la paralización total de ciudades como Bruselas y el establecimiento de estados de excepción que pretenden inocular el miedo más absoluto al pueblo, haciéndole creer indefenso y buscando su conformidad a la hora de establecer mayores restricciones.

Con las manos manchadas de sangre y dinero.

El escenario geopolítico de la guerra de Siria se ha convertido en una representación en miniatura de una guerra internacional, en donde diversas potencias luchan por sus intereses. Vamos a ser breves pero claros, entendemos que hay tres ejes fundamentales con alianzas cambiantes en esta guerra:

– El eje EEUU/Europa/Israel, financiando en un primer momento a los grupos que luego han acabado constituyendo el ISIS y a las fuerzas sirias rebeldes incluida Al-Nusra (red Al Qaeda en Siria).

-Eje Iran/Rusia apoyando al gobierno sirio de Bashar Al Assad.

-Turquia/Arabia-Saudi/Qatar/Kuwait eje aliado de EEUU, que financian, arman y contribuyen casi sin mascaras al Estado Islámico.

Entendemos que aparte de estos ejes hay otros actores fundamentales en el proceso de guerra, pero pretendemos este artículo como una introducción y una primera puesta en contacto. Quedan fuera pero habría que tener en cuenta actores como Hezbolá o el pueblo kurdo, estos últimos fundamentales para marcar nuestra referencia y horizonte en el territorio y el plano revolucionario.

Todos estos actores tienen intereses por la inestabilidad de la región, en base a sus planes geoestratégicos marcados por el capitalismo. Cuanto mayor sea esa inestabilidad, y también sea mayor la confusión entre las poblaciones occidentales, más sencillo resultará la justificación de las agresiones y la intervención, que tiene por objetivo principal construir un mercado al margen de leyes internacionales para comerciar petróleo, armas y otros productos, en una retroalimentación perfecta para las elites capitalistas internacionales. Ya sabemos el refrán popular: “a río revuelto, ganancia de pescadores”.

Avanzar en la crítica, esbozar las respuestas.

Entendemos que como personas activas en política y con numerosas inquietudes debemos establecer un análisis claro y profundo, por lo que queremos compartir algunas de las conclusiones fundamentales y acciones a desarrollar como cuestiones pendientes de vital importancia:

– Apoyo mutuo y solidaridad con las personas refugiadas y migrantes. Tenemos que avanzar en construir soluciones desde el apoyo mutuo y la solidaridad desde diversos frentes. Actualizar rutas seguras de tránsito de personas y garantizar la libre circulación por Europa, algo que se enfrenta directamente con el tratado de Dublín (que prohíbe el traslado de personas refugiadas a otro país que no sea en donde haya pedido asilo) y las leyes de migración europeas. Generar espacios de confluencia con las personas que vienen de fuera, teniendo en cuenta siempre la perspectiva psicosocial y fomentando la mutua adaptación. En Grecia, por ejemplo, se han ocupado edificios junto con refugiadas y personas migrantes. Una cosa que tenemos que aclarar es que no apoyamos de ninguna manera la diferenciación que se está realizando desde los medios de masas  en torno a las personas refugiadas de guerra/migrantes por pobreza, creemos que la raíz del problema de ambas situaciones son las mismas, y que la diferenciación tan solo ayuda a separarnos más y a potenciar la invisibilidad de otras situaciones de opresión.

– Fracaso de planes multiculturales en las ciudades europeas. Los planes socialdemócratas de la multiculturalidad han fracasado, el típico dicho de “que se adapten los de fuera” solo ha servido para generar ghettos. Frente a esto debemos de plantear proyectos interculturales en nuestras ciudades, la mutua adaptación tiene que ser la respuesta frente a las políticas etnocéntricas de los Estados.

– Transversalidad en el apoyo al pueblo kurdo. No podemos dejar de apoyar a las nuestras, a las que analizan la guerra de Siria desde una perspectiva revolucionaria. El apoyo al pueblo kurdo no puede pasar únicamente por la creación de plataformas de apoyo, sino en dotarnos de transversalidad y que los movimientos sociales se posicionen respecto a su lucha.

– Combatir tanto en las calles como comunicativamente los discursos islamófobos y racistas que se encuentran en auge; el Frente Nacional en Francia, los más de cien ataques incendiarios a centros de refugiadas en Alemania, el partido nazi Amanecer Dorado en Grecia o proyectos en el Estado español como el del Hogar Social. Frente a esto debemos de tener continuidad en la lucha como hemos venido haciendo hasta ahora, ser capaces de continuar teniendo las calles a nuestro favor y de combatir sus discursos.

– Comenzar a analizar la guerra también desde una perspectiva de clase, de género y del territorio, algo que los kurdos han sabido desarrollar con sus propuestas políticas en torno al confederalismo democrático.

– Señalar a los estados/empresas que por un lado financian al ISIS y por otro rentabilizan la guerra en términos económicos. Además, los medios de comunicación son habituales cómplices de desinformar a la población. Les conviene mantenernos en la ignorancia de un conflicto, que como hemos comprobado, tiene demasiados actores y un desarrollo velado y supeditado a los intereses de la clase dominante.

Continuar adelante con nuestros principios éticos y organizándonos frente al terror que nos impone este sistema capitalista es una necesidad que debemos desarrollar en comunidad; de nada sirve caminar solos por las calles junto al miedo que pretenden inocularnos. Cuanto más claras sean nuestras propuestas, más cerca estaremos de emanciparnos libremente junto a nuestra gente.

 

Artículo de opinión elaborado por @Bari_Dz y Ángel Malatesta

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