[Reseña cinematográfica] Marguerite Duras. París 1944

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‘Marguerite Duras’, o ‘La Douleur’ en su lengua original francesa, es una película realizada por Emmanuel Finkiel estrenada en 2018, fue presentada en el Festival de cine francófono de Angoulême en 2017. Un drama histórico y biográfico sobre la vida de la escritora vietnamito-francesa Marguerite Duras. Este filme es la adaptación de la novela homónima ‘La Douleur’ de dicha escritora publicada en 1985. La primera parte relativa a la espera del regreso de su marido deportado y la segunda parte, relatando su relación con un agente francés de la Gestapo para obtener información sobre su marido en prisión.

Sinopsis: Al encontrar unos viejos cuadernos en una caja olvidada, Marguerite Duras recuerda su pasado. En la Francia ocupada por los nazis en 1944, la joven escritora participa activamente en la Resistencia junto con su marido, Robert Antelme. Cuando Robert es deportado por la Gestapo a una cárcel francesa y después al campo de concentración alemán de Dachau, Marguerite se embarca en una lucha desesperada para conseguir que vuelva. El final de la guerra y el regreso de los prisioneros suponen para Marguerite el comienzo de una espera insoportable, una agonía lenta y callada en medio de la algarabía en las calles parisinas por la Liberación.

Su obra novelística es una colección de historias parcialmente autobiográficas, y también con dosis de ficción en parte inventadas, pero que describe perfectamente los sentimientos de las familias de refugiados y deportados en plena Segunda Guerra Mundial. Su esposo, Robert Antelme, publicó la historia de su deportación en su libro ‘L’Espèce humaine’. Ella fue acusada de mentir para soportar su dolor y recuperar a su esposo. Se le reprochará haber arreglado la realidad a su manera, pues su historia también es la del desamor, ya que una vez liberado su marido, ella marchó a convivir con su amante, también antiguo miembro de la Resistencia francesa. Al contrario que el mito de la ‘buena esposa’, ella fue una compañera incansable hasta volver a ver vivo a su esposo y regresar a su hogar, pero el drama de la guerra no la obligaba a tener que perpetuar una relación sentimental que ya estaba más que finalizada, y que cualquier intento de mantenerla viva hubiera sido pura compasión y obligación moral de lo que se esperaba de ella como mujer.

Es una de esas películas francesas de época que no dejan indiferente, porque tras muchísimas obras cinematográficas de pura acción bélica en el marco de la Segunda Guerra Mundial, pocas centran el relato en una temática tan particular como el dolor y la espera agónica de los deportados, la liberación de los campos de concentración que dejó a miles de personas abandonadas a su suerte con un pijama de rayas y un número de presidiario. El final de la guerra también fue el principio del caos para las comunidades sociales que lucharon y padecieron las batallas en su territorio, habiendo resistencia el objetivo era claro, acabar con el ocupante nazi, sin embargo, una vez finalizadas las operaciones militares, la reconstrucción del tejido social, el descubrimiento del terror causado y la verdad del destino de miles de luchadores dejaron decenas de miles de historias particulares. No es nada sencillo darle forma cinematográfica a una obra que retrata una época de confusión de tiempos e identidades.

Una excelente adaptación dando a conocer a la mujer, pero también una mirada sobre la Segunda Guerra Mundial, se elabora un guión narrativo que engancha y sobre todo nos emociona a través del elemento literario de la voz en off. Es un filme de impronta intensa, que nos muestra la angustia y la desesperación en tiempos de guerra, pero sin recrearse en una emocionalidad abusiva, es un ensayo atractivo convertido en obra cinematográfica. La historia de Marguerite Duras es parcialmente ficticia porque incluyó detalles inventados a la hora de escribir su novela autobiográfica en base a los escritos y cartas de la época. El escritor Finkel hace lo mismo dando su toque personal y construyendo la película en dos etapas: antes y después de la liberación de París, elaborando un metraje largo pero de un ritmo intenso.

La dolorosa e incierta espera que narra este filme es un precioso documento histórico cinematográfico nada desdeñable, a pesar de que el conflicto de la Segunda Guerra Mundial sea uno de los más llevados a la gran pantalla en toda la historia del cine.

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