Crónica de una resistencia colectiva: La Rimaia

Por Lus
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Aquel lunes 24 de octubre me enteré de que amenazaron con desalojar La Rimaia con fecha abierta, es decir, que pueden venir los Mossos en cualquier momento. Así pues, se convocó una respuesta a través del hashtag #ResistènciaSorpresa ese mismo día a las 18:30, donde una hora después comenzaron a haber conciertos en el balcón y recitales de poesía, además de lectura de comunicados. ¿Que dónde estaba Rimaia? En Ronda Sant Pau nº12, llegando desde <M> Paral·lel L2 o L3. Más fácil imposible, contando de que además podéis hacer el viaje gratis. Decidí entonces pasar la noche aquel primer día aun sabiendo a lo que me estaba enfrentando. Decidí correr el riesgo y apoyar a la causa, a una causa totalmente legítima y que visibiliza el problema de la vivienda tanto en Barcelona como en el resto de las ciudades españolas.

El bloque okupado estaba categorizado por el propietario como pisos de alto standing construidos en los años 90 y no se consiguió vender ninguno. Fue entrar en él y ver que todo estaba equipado, nadie más vivió allí excepto quienes están ahora llevando adelante el proyecto de La Rimaia, desalojado varias veces y reokupado también. Ahora están en situación, de nuevo, de desalojo que puede llegar en cualquier momento. Esta es una de las peores situaciones a las que nos podemos enfrentar, puesto que es una especie de guerra de desgaste en la cual les obligan a los y las ocupantes a estar alerta y con la idea del desalojo en la cabeza constantemente. A esto hay que sumar a los secretas merodeando la zona del edificio a modo de acoso. Ante esta situación, no hay otra salida que plantear la resistencia colectiva y llamar a todas a participar en ella para que este proyecto no termine con las puertas tapiadas.

Así pues, acudí a echar una mano en lo que pueda y participar en la resistencia. Aquí, en La Rimaia, viven familias con hijos e hijas que como cualquier familia buscan un hogar donde poder vivir tranquilas. Ese día hubo bastantes personas durmiendo, pero hemos cabido todas allí. Llegamos unas cuantas personas de Sants y otras eran del barrio. Dormimos bien aquella primera noche, y a la mañana siguiente hemos tenido un buen desayuno con comida reciclada. Después he participado en tareas de limpieza, cocina, alguna asamblea, reciclaje de comida, hacer carteles… En estos tres días que me quedé me he llevado un buen sabor de boca (nunca mejor dicho, en alusión también a las buenas comidas populares). ¡Y estuve por aceptar que me diesen una llave para pasarme con frecuencia sin tener que llamar a la puerta! Aunque por tema de trabajo fuera de Barcelona he tenido que dejarlo. Volveré cuando pueda, he conocido muy buenas personas que me acogieron bien y siempre ha habido buen ambiente en todo caso. Os animo a las personas y colectivos de Barcelona (o de donde sea y podéis pasaros) que visitéis La Rimaia, sea para ver las actividades que se hagan allí, o sea para organizar unas para que se siga dinamizando el espacio y no decaigan los ánimos. Pasaros por el local, haced vuestras asambleas allí, participad en las reuniones que hayan y preguntad si podéis dormir alguna noche allí, os agradecerán las personas que viven allí por el apoyo. También, echad una mano en las tareas del día a día y participad en el mantenimiento del espacio.

Y nada más, os dejo mi pequeña contribución en forma de cartel y dibujito:

local_rimaia_3

¡Ante el desalojo sorpresa, resistencia sorpresa! ¡Este desalojo lo vamos a parar!

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