Cuando los asesinos y censores hablan de libertad de expresión

Por Lus
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El miércoles 19 de octubre, los personajes Felipe González y Juan Luis Cebrián iban a dar una conferencia en la UAM (Madrid). Como respuesta, se organizó un escrache entre alumnos y alumnas de la Uni que terminó en éxito al lograr que lo suspendan. De este éxito, en los medios de comunicación comenzaron a salir noticias sobre el aconecimiento, y podemos encontrar entre ellos en El País y el ABC donde se criminalizaba a la FEL, vinculándolos con Podemos, con etarras e incluso con su supuesto brazo político la organización de militantes Apoyo Mutuo (AM), además de calificar la protesta como violenta cuando no hubo ningún daño material ni humano. Tampoco dudaron en señalar una pancarta sobre el fin de la política de dispersión de los presos vascos, denunciando así los GAL (1983 a 1987) y la política represiva contra ETA, cuya actividad ha cesado pero el Estado español sigue aplicándola.

Acusan a la FEL porque es una organización con trayectoria en el movimiento estudiantil, y un interlocutor legítimo dentro de ello. Por eso lo quieren usar como cabeza de turco y poner caras a los culpables, tratando de tapar las corruptelas de los conferenciantes.

No obstante, la realidad se aleja mucho de las versiones que criminalizan el suceso. Primero, la FEL no es la organizadora de la protesta, sino fue conjunta entre estudiantes. Segundo, ni Podemos ni AM tienen vínculos estrechos con la FEL, aunque haya un militante que esté en FEL y AM, y tercero, la legitimidad de la protesta no necesita justificación alguna si sabemos qué representan estos dos personajes que quisieron venir a una universidad. Si hacemos un poco de memoria, el Felipe González fue el responsable político de los GAL junto con las torturas y asesinatos que a través de dicha agrupación se realizaron, practicando impunemente el terrorismo de Estado con el pretexto de combatir a ETA. Pues bien, los nombres que aparecen en las caretas de los y las estudiantes son de las víctimas asesinadas y torturadas por los GAL, detalle que no quieren visibilizar los medios, sin quitar importancia tampoco a los casos de corrupción como los de los Fondos Reservados, Roldán, Juan Guerra, Filesa… También fue responsable de legalizar las ETT, derechizar el PSOE y meternos en la organización criminal más grande de la historia que es la OTAN, no dudando tampoco en apoyar a la oposición venezolana y las dictaduras de los regímenes marroquí y saudita. Y hablando de Juan Luis Cebrían, este señor acusa de censores a los y las estudiantes que boicotearon la conferencia cuando él es el CEO del Grupo Prisa. Franquista en sus tiempos mozos, demócrata disfrazado hoy, tiene la desfachatez de hablar de libertad de expresión cuando en su periódico El País publica lo que le parezca bien para el régimen español. Es otro personaje que aparece en los Papeles de Panamá.

Al contar con todo esto, sobran razones para decir bien alto y bien claro que No son bienvenidos en ningún lado, que no pueden dar lecciones de nada en este país y menos hablar de democracia y libertad de expresión, porque estos dos y sobre todo el expresidente, son en realidad anti-democráticos y estarán siempre contra los intereses del pueblo, de la clase trabajadora.

Cuando el pueblo le señala, ellos se esconden tras un periódico y una cámara para calumniarnos y llamarnos violentos, pero sabemos que son asesinos y cómplices de dictaduras que no quieren dar la cara. Desde aquí, una pluma más que se suma, junto con todo el colectivo de Regeneración, a solidarizarnos con la FEL y las estudiantes de la UAM por las posibles represalias que vayan a haber, y que vamos a seguir luchando por nuestra legitimidad y nuestros derechos sociales, impidiendo que estos personajes pisen los espacios públicos para contaminarlos de sus ideologías neoliberales y totalitarias. Que unos asesinos y censores no nos llamen violentos.

Aquí el comunicado de la FEL

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